martes, 17 de junio de 2008

Fuerza y luz reside en mi pecho

Gloria a Dios... en Amor.

Comencé a utilizar el lenguaje -sin mente- que nos enseñó Lorena, a través del que me resultó tan sencillo expresar emociones de toda coloratura presentes en mí y podía percibir claramente cuáles eran las emociones en los demás que los desconectan -también a mí- de mi fuente.

He sido levantada a las 3 y media, 4 de la mañana para expresar la jerigonza y para sentir una enorme bola de fuerza y de luz que reside en mi pecho.

En mi mundo físico, he podido enfrentar situaciones que en otros momentos me hubieran hecho huir con pánico.


Con afecto,
Rín.
Rocío Incera